Almacenamiento energético y acoplamiento de sectores: oportunidad estratégica para una transición eficiente

La transición energética enfrenta hoy una paradoja evidente: mientras la generación renovable, especialmente solar, crece aceleradamente, grandes cantidades de esta energía limpia se pierde debido a limitaciones en la red eléctrica. En Chile, los denominados vertimientos de energía renovable no inyectada al sistema se han vuelto cada vez más frecuentes, siendo más del 20% de la energía solar y eólica generada el 2024. Este fenómeno refleja ineficiencias estructurales en la planificación energética y señala la oportunidad de avanzar hacia una integración profunda entre sectores energéticos a través de tecnologías de almacenamiento y conversión de energía.

Este enfoque, conocido como “sector coupling” o acoplamiento de sectores, permite vincular de forma inteligente el sector eléctrico con el térmico, el transporte e incluso la industria química y de combustibles. La clave está en desplegar soluciones de almacenamiento que no sólo acumulen energía, sino que la transformen para ser utilizada cuando y donde más se necesita.

Por ejemplo, la electricidad solar que hoy se pierde durante el día podría utilizarse para generar calor mediante tecnologías Power-to-Heat (PtH), como bombas de calor industriales o resistencias eléctricas. Esta energía térmica puede alimentar procesos industriales intensivos en combustibles fósiles, reduciendo emisiones directas y costos operacionales. El potencial solar de Chile, uno de los más altos del mundo, ofrece condiciones únicas para esta estrategia.

Asimismo, tecnologías Power-to-Gas (PtG) permiten transformar electricidad renovable en hidrógeno verde, que puede almacenarse, transportarse y utilizarse en calderas, turbinas, celdas de combustible o procesos industriales. Este hidrógeno puede también convertirse en metano sintético o combustibles líquidos (PtL), integrando sectores de transporte y química sin requerir nuevas infraestructuras.

Incluso los vehículos eléctricos pueden integrarse al sistema como elementos de almacenamiento distribuido, a través de tecnologías Vehicle-to-Grid (V2G), donde las baterías no sólo consumen electricidad, sino que pueden devolverla a la red en momentos de alta demanda.

El resultado de estas interconexiones es un sistema energético más flexible, resiliente y eficiente. Se reducen vertimientos, se alivian las congestiones de red, se balancea la oferta y demanda de energía, y se amplía el uso de energías renovables más allá del sector eléctrico.

Desde una perspectiva estratégica, el acoplamiento de sectores no sólo mejora la eficiencia técnica del sistema energético, sino que genera oportunidades de desarrollo industrial y empleo. La producción de hidrógeno, el despliegue de almacenamiento térmico o el desarrollo de combustibles sintéticos pueden dinamizar nuevas cadenas de valor en el país.

Para capturar estas oportunidades, se requiere una visión coordinada de planificación energética que supere la segmentación sectorial. Esto implica integrar el diseño de infraestructura de redes, incentivos a tecnologías Power-to-X, marcos normativos flexibles y políticas que promuevan inversiones en soluciones de almacenamiento multisectorial.

En un contexto de creciente ambición climática, precios volátiles de la energía y metas de carbono-neutralidad, el almacenamiento energético y el acoplamiento de sectores no son una utopía tecnológica, sino que constituyen una necesidad estratégica para lograr una transición energética inteligente y eficiente.

Compartir noticia